Mi hijo no va a la guardería
He necesitado más de un año para comenzar a sentirme más fuerte y reconocer mi cuerpo. Y hablo sólo de lo físico porque lo psíquico merece un capítulo aparte.
He necesitado más de un año para comenzar a sentirme más fuerte y reconocer mi cuerpo. Y hablo sólo de lo físico porque lo psíquico merece un capítulo aparte.
Entonces un día alguien te dice «qué bien vives sin trabajar» porque «los niños de hoy es que se crían solos». Lees el hastag #madretrabajadora en alguna red social y ves perfiles de mujeres, cuyo esfuerzo es admirable, que dedican más de ocho horas diarias a un trabajo fuera de casa, cuidan a sus hijos y encima lucen estupendas.
Porque lo que hoy vende es ser una súper mujer, trabajadora, productiva, deportista, amante, amiga y madre. Y tú, que pasas los días con tu bebé a cuestas en realidad es que estás disfrutando de unas vacaciones de relax.
Llegará un día en el que no me necesitará tanto, que hará planes sin contar conmigo y que eso me llegará a entristecer así que sería una necia si ahora desperdiciara esos preciosos momentos en los que mi atención y compañía es lo que más ansía.
Cada día que pasa el amor es mayor. Me pregunto qué diablos hacía antes de tenerle. Las tardes de domingo que llegaban a hacerse aburridas y ahora el aburrimiento no tiene cabida.
Mientras sea necesario establecer normas para que se respete y valore la lactancia materna, mientras no existan políticas que favorezcan que las madres trabajadoras puedan seguir amamantando a sus hijos y mientras los grandes laboratorios (y unos cuantos profesionales sanitarios) intenten convencer a las mujeres de que sus productos son mejores que lo que su propio cuerpo produce, será necesario seguir celebrando este evento.
Cuando tras el parto y la estancia en el hospital volvimos a casa, el calor (a ver quién le dijo a Bebé Lanuguito que podía nacer en agosto) complicó mucho las noches. Faltaba el aire en la habitación con dos adultos y un recién nacido. Los bebés son pequeñas estufas. Sumado esto a una altísima demanda de teti acababa con frecuencia tirada en posturas imposibles en el…… Sigue leyendo Colecho en camas separadas