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Elegir chupete – Guía chupetil

baby-305050_640Bebé Lanuguito prefiere chupar teta, puño, borde de manta o solapa de chaqueta antes que chupete.

En las primeras semanas de vida, como todos los recién nacidos, lloraba con esa gran fuerza que les da la naturaleza, y Papá Lanuguito propuso ponerle chupete a ver si así conseguía hallar el consuelo que nosotros no lográbamos proporcionarle. Accedí un poco a regañadientes porque nunca me han gustado demasiado los bebés chupones (manías que tiene una). En la revisión del primer mes el pediatra nos dio luz verde ya que por fin habíamos logrado un buen enganche al pecho y no corríamos riesgo de que la succión interfiriera en la lactancia.

Las primeras veces que le colocamos el artilugio en la boca, un modelo de silicona fisiológico, ponía cara de asco e intentaba succionar como si fuera el pezón, por lo que se le caía y eso hacía que llorara de frustración. Vamos, que la mayor virtud del chupete, que es calmar llantos se volvía contra nosotros. Con insistencia logró atinar y hacer el chupchup correcto pero, aunque alguna vez se durmió con él, me daba en la nariz que no acababa de convencerle ese sucedáneo de la teta porque muchas veces lo dejaba caer o hacía un lanzamiento.

Y no, no le convenció porque al cumplir los dos meses nos dijo que el chupete fisiológico para nosotros. Había descubierto su puñito derecho y una tetina artificial no tenía nada que hacer frente a todos esos deditos.

Ahora, a puntito de cumplir los tres meses creo que oficialmente el chupete ha sido repudiado. Aún lo tengo en la mesilla por si un día Bebé Lanuguito lo quiere pero…

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A pesar de que el mundo chupetil no ha tenido mucho éxito en casa, como buena friki de buscar información de todo (todo, todo, que si veo una noticia sobre cangrejos descubro que también lo son las langostas, gambas y camarones, ahí queda eso), antes de probarlo con mi bebé me documenté sobre el tema, así que os dejo algunos consejos para elegir chupete y utilizarlo correctamente.

  • El objetivo del chupete es calmar y cubrir la necesidad de succión que tienen los bebés, especialmente durante sus primeros meses. En inglés se llama pacifier que significa pacificador (muy apropiado).
  • Aunque entre los más acérrimos defensores de la lactancia materna el uso del chupete está casi proscrito, realmente lo perjudicial es su uso prolongado ya que causa maloclusión dentaria y problemas con el lenguaje. Para evitar las interferencias de succión se recomienda no usarlo antes del mes de vida del bebé o cuando la lactancia esté bien instaurada.
  • Hay estudios que indican que su uso durante los tres primeros meses puede reducir el riesgo de muerte súbita del lactante.
  • Antes del primer uso, esterilizarlo hirviéndolo en agua durante cinco minutos, aunque vaya empaquetado o lleve capuchón protector. Después de esta primera limpieza no será necesario hacerlo de nuevo salvo que se caiga en la calle o lo coja otro niño y se lo lleve a la boca. Con lavarlo con agua caliente después del uso es suficiente.
  • Muchas de las caries del biberón se deben a un mal uso del chupete ya que hay papás (y abuelos) que lo untan en miel o azúcar para calmar al bebé. También podemos pasar una caries a nuestro hijo si lo chupamos para «limpiarlo» (arrrggg!)
  • Para evitar problemas dentales y del lenguaje no debe prolongarse su uso más allá del año, aunque según he leído en otros artículos se podría prolongar hasta los tres años sin que cause problemas pero, personalmente soy de la opinión de que un niño de tres años ya no es un bebé.
  • Los bebés que toman biberón suelen aceptarlo mejor que los que toman pecho, sobre todo si la lactancia materna es a demanda, ya que no tienen acceso a la succión no nutritiva que calma el ansia de chupar.
  • Es aconsejable la sustitución del chupete cada dos meses e inspeccionarlo antes de cada uso por si hubiera grietas, especialmente cuando al bebé le empiezan a salir los dientes.

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Después de valorar los pros y contras toca elegir chupete para vuestro bebé (y que luego os diga que muy bonito pero que pasa de él). Existen diversos tipos de tetinas y materiales, así como muchas marcas pero, sea cual sea el elegido lo más importante es que esté homologado y formado por una sola pieza para evitar que la tetina se separe y el bebé pueda tragársela.

  • Los chupetes tienen tallas según los meses del bebé, por lo que fijaros cuál es la indicación del fabricante para no ponerle a vuestro bebé un chupete que le tape media cara y, sobre todo, que le haga daño en la boca y no sirva para nada. Debe provocar la mínima apertura posible, sin ejercer presión sobre el paladar, adaptándose a la forma de la lengua.
  • Los chupetes de silicona (tetina transparente) son muy higiénicos y no se deforman, por lo que sería el mejor material durante los primeros meses.
  • Los chupetes de látex (tetina naranjita) son flexibles y aguantan los mordiscos cuando salen los dientes. Lo malo es que pueden coger olor y sabor y están contraindicados en caso de alergia al material.
  • Hay tetinas anatómicas, fisiológicas y de cereza
    • La tetina de cereza es la de forma redonda más clásica. Se dice que pueden causar malformaciones en el paladar por su mayor tamaño.
    • La tetina fisiológica (de gota), ovalada y chata, no deforma el paladar y suele gustar a los bebés más pequeños y a los que toman pecho.
    • La tetina anatómica se acopla al paladar pero hay más bebés que la rechazan.
  • En los diseños, formas y colores no me voy a meter porque hay miles. Clásicos de un solo color, transparentes, personalizados con el nombre del bebé, con dibujos, frases o dedicatorias para regalar a los abuelos, divertidos con colmillos de Drácula o bigotes, con termómetro… Vamos, al gusto del consumidor. Hay quien tiene varias docenas para conjuntar con el modelito de ropa según el día.

Como último consejo, no os emocionéis comprando chupetes, por muy monos que sean, que lo son, porque lo mismo el usuario decide que el único que le gusta es ese tan soso que os venía en la canastilla de embarazo que os regalaron en una charla o, directamente, pasa de él. Probar con un par de tetinas (anatómica y fisiológica) y veréis por donde van sus gustos.

Fuentes: www.dra-amalia-arce.com / www.aeped.es / www.odontologiapediatrica.com

4 comentarios sobre “Elegir chupete – Guía chupetil

  1. Yo también escribí sobre eso cuando mi peque tendría tres o cuatro meses… ¡y es que los escupía todos y ponía cara de asco! Una cosa que nos fue genial era que mantenía lo que se llama «reflejo de expulsión» y les ayuda a no meterse cosas raras en la boca, así que igual que escupía el chupete jamás se metía nada raro (la mano alguna vez, algún mordedor espontáneo) y claro, luego la introducción a los alimentos fue ideal y la lactancia nos ha durado casi 4 años 😀

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    1. Hola Annabel! La verdad es que yo encantada de que no lo quiera y. sí, la cara de asco es un punto XD
      Qué bien lo de la lactancia durante casi 4 años, también quiero prolongarla lo más posible.
      Gracias por tu visita y comentario. Me paso por tu blog 🙂 Un abrazo.

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  2. Como dicen, cada niño es un mundo. Mi hija encantada con su chupete. No es dependiente pero le gusta de vez en cuando. Eso si de silicona el chupete y la retina de biberón de látex para eso si que es maniática la señora.
    Pues si no quiere chupe eso que te ahorras que cada dos por tres hay que cambiarlos 😅

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